Desde las 8 horas y hasta el mediodía se llevó a cabo la tercera jornada del juicio contra Juan José Janssen y María de los Ángeles Dupuy. Pasaron 8 testigos, entre ellos vecinos de la pareja, peritos criminalísticas y policías.
El primero es hablar ante el tribunal fue el comisario Pablo Gandino que se explayó sobre las líneas investigativas que llevaron adelante en la búsqueda del cadáver de Sofía Viale.
Una de las informaciones más importantes que surgieron en el día de hoy se refirió al cruce de llamadas telefónicas entre Janssen y Dupuy. Los peritos Javier Barrionuevo y Raúl Castrolima informaron que a las 18 horas, los celulares de ambos realizaron llamadas telefónicas utilizando la misma antena.
Según el abogado querellante Armando Agüero, la mujer hubiese estado en su trabajo, la Terminal de Ómnibus, se hubiese registrado en otra antena de la ciudad. Para él, el dato comprobaría que estaban juntos.
Recién volvieron a utilizar los celulares a las 11 horas del día siguiente. Agüero cree que es indicio de que estaban juntos porque, según dijo, se hacían llamadas todo el tiempo pero tras la muerte de Sofía pasaron varias horas sin que se comunicaran.
El perito Cristian Navarro se refirió a las zapatillas halladas en la casa de Janssen, que resultaron ser las que tenía Sofía ese fatídico día. También pasó ante el tribunal el vendedor de la zapatería donde la madre de la niña había comprado que reconoció el objeto.
Otro testigo fue el policía PedroConstanzo, encargado de la detención de Janssen en América y la Dra. Patricia Pozzolo, quien lo revisó en Metileo antes de la declaración que realizó ante la justicia. Afirmó que se encontraba bien de salud y apto para ser indagado.
Los vecinos que atestiguaron no difirieron demasiado de los que ya pasaron. Indicaron que el hombre no tenía trabajo fijo, que vendía manualidades y piropeaba a las mujeres que pasaban por la vereda de su casa.
Un dato interesante que aportaron es que usualmente estaba vestido con una camiseta de Boca Juniors. Ese detalle es importante ya que la niña violada el 5 de noviembre, que logró escapar de la terrorífica casa, declaró que el violador tenía puesta una remera de Boca Juniors y varios tatuajes en el cuerpo.
Mañana compañeras de trabajo de Dupuy testificarán ante el tribunal. Su relato es de suma importancia ya que según las planillas de asistencia, el día de la muerte de Sofía Viale la mujer trabajó hasta la medianoche. Es la coartada que esgrime para no ser acusada del homicidio. Sin embargo, a la querella le surgieron dudas sobre la veracidad de esa documentación.
El lunes será el último día que se debata sobre la violación seguida de muerte de Sofía. A partir del martes continuará el juicio sobre la violación de Micaela y luego se juzgará a Janssen por otros tres delitos sexuales cometidos contra tres niñas.