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Juicio a violador de Sara: declaró la esposa



Hoy se escucharon importantes testimonios en la audiencia oral que se llevó a cabo contra Julio Oscar Segovia, acusado de violar a sus dos hijastras reiteradamente. La madre de las víctimas y esposa del acusado negó conocer lo que ocurría en la casa hasta que se lo confesó el mismo hombre. El debate continuará el lunes próximo.


Hoy declaró la esposa del acusado, la hija biológica del matrimonio, la asistente social Andrea Talone que había denunciado el caso en el año 2001, el médico forense Graciano Masó y la psicóloga Adriana Piras que realizó las pericias psicológicas a las mujeres. Faltó escuchar el testimonio de la genetista del laboratorio que realizó el análisis de ADN, por lo que se pasó a un cuarto intermedio hasta el próximo lunes. En esa instancia se agregará ese informe, el resto de las pruebas y se escucharán los alegatos de la fiscala Ivana Hernández y el abogado defensor particular Abel Tanús Mafud.

La mamá de las víctimas y esposa del acusado dijo desconocer quiénes eran los padres de sus nietas y no saber lo que ocurría en la familia, hasta que el mismo hombre le confesó que eran sus hijas. Dio un testimonio en que primó la confusión y conflictividad propia, además de la expresión del temor que siente Segovia y los maltratos y amenazas a la que ha sido sometida.

Por su parte la Lic. Piras se explayó sobre la pericia psicológica realizada a las dos jóvenes. Habló del acostumbramiento, la naturalización, del acomodamiento y de que para ellas lo que vivían era su única realidad. Cabe recordar que Segovia se transformó en su padre adoptivo desde que tenían 3 y 4 años, es decir se socializaron en una situación de violencia sistemática que vivieron como “normal”.

Las dos jóvenes trabajaron desde pequeñas y se mantenían económicamente, por lo que resulta difícil comprender por qué vivieron hasta los 27 y 28 años bajo la violencia psicológica, física y sexual de su padrastro, sin intentar escapar de la casa. La psicóloga explicó detalladamente las características psicológicas de las dos mujeres para permitir el sometimiento y la violencia. Incluso cada una de ellas “escapó” de manera diferente de la situación.

Ante una consulta del juez Carlos Pellegrino sobre si pueden recuperarse del daño psicológico, respondió que pueden pero nunca del todo. Lo ilustró con el ejemplo de un cuerpo que pierde una pierna, puede seguir viviendo, pero no recupera el miembro extirpado.