El primer caso se conoció en la localidad de Miguel Cané, donde delincuentes faenaron 2 animales en un campo a unos 10 kilómetros de esa localidad. Esa misma noche se produjeron dos hechos de similares características en un campo en la localidad de Lonquimay y otro en Villa Mirasol.
Imagen ilustrativa
De otro de los hechos se tomo conocimiento en la mañana de ayer cuando personal policial de Colonia Barón, fue notificado de que en un predio denominado “La Gringa”, ubicado a unos metros del accedo a Villa Mirasol, propiedad de Blanca Bivalda, fueron faenados dos terneros de unos 250 kilos cada uno. Al llegar los efectivos constataron el hecho corroborando que en el lugar dejaron sólo las viseras de los animales.
En tanto en la localidad de Lonquinay el día 27 y madrugada del 28 desconocidos faenaron 4 novillos en un predio cercano a la Ruta Provincial n° 1 entre Lonquimay y Miguel Riglos. Lo llamativo del caso, según fuentes policiales, los animales habrían sido muertos con un arma de grueso calibre, aparentemente sería un fusil, hecho sin precedentes en la zona. El arma habría sido utilizada con algún tipo de silenciador, dado que ninguno de los vecinos habría escuchado nada. Desconocidos ingresaron al predio conocido como “El Desafío”. Los dos animales que quedaron heridos producto de la repercusión del disparo, habrían sido sacrificados en horas posteriores.
Estos dos casos se suman a al ocurrido en un campo en la zona de Miguel Cané donde delincuentes ingresaron a un predio ubicado a unos 10 kilómetros del casco urbano de esa localidad y faenaron 3 novillos de unos 450 kilos dejando en el lugar las vísceras y las cabezas a un costado del alambrado.