«Ajustes de cuentas», rubro que aparece como el móvil principal de las muertes violentas, la tragedia que provoca cada muerte nos debe aportar una imagen de lo que ocurre para ayudar en la prevención, en su mayoría los episodios de violencia están motivados en discusiones, peleas, venganzas y cuestiones emocionales, entre otros.
Las estadísticas, según el Dr. Raúl Zaffaroni- vuelven a mostrar que predominan los crímenes que se producen por peleas, venganzas o ajustes de cuentas y que en la mayoría de los casos son “pobres que se matan entre pobres”.
“El problema de este barrio es que hay muchos menores en la calle con armas en las manos”, dijo una vecina de barrio El Molino, víctima de varios robos y daños, quién sostuvo que la violencia en el lugar “se fue poniendo cada vez peor, vos ves todos los días caritas nuevas, lamentablemente más jovencitos, son criaturas”.
Otra voz autorizada que se refirió a los enfrentamientos armados, fue una fiscal de nuestra ciudad quién reconoció que el principal disparador es la droga y que hay muchos menores portando armas y que los enfrentamientos armados muchas veces son motivados por la droga.
La fiscal afirmó que “hay muchos ajustes de cuentas y muchas veces motiva la droga estas situaciones”, que además los protagonistas de los últimos hechos policiales y judiciales fueron mayores de edad, pero hay mucho menor portando armas”.
Un juez dijo que es cada vez más una leyenda que Argentina sea país de tránsito, porque aumentan los consumidores.
Cuando aparece la sospecha de disputas por drogas, debemos inevitablemente pensar que dentro de los esquemas y redes del narcotráfico se propone a los jóvenes que conforman el segmento más vulnerable una incipiente economía criminal de subsistencia, a partir de organizaciones delictivas que empiezan a mostrarse como una oportunidad de ingresos.
El camino de la prevención debe apuntar a resolver la fuente de conflicto, serán entonces distintos actores los que deberán atender eso. La otra prevención pasa por las fuerzas de seguridad con un mejor trabajo de prevención policial a la hora de cumplir su rol de garante de la seguridad pública.
Nunca podrán reducirse éstos niveles si no se admite el problema y se trabaja sobre él: qué hacemos con el tráfico y consumo de drogas; y como atacamos la creciente presencia de armas de fuego en manos de jóvenes.
El modo de evitar un homicidio o de resolver de manera alternativa situaciones violentas, tiene que ver mayoritariamente con iniciativas relacionadas al diálogo, la comprensión y la contención, más que a intervenciones punitivas o judicializadoras; por ello, la violencia social debe encausarse en el marco de una problemática que se resuelve con más democracia y mejor calidad de derechos y no con el incremento de penas y represión.
N.B.D