La publicación fue hecha el pasado miércoles por la noche. En ella Ángela Silvestri da conocer su bronca e indignación por la forma en que fue tratada junto a una compañera, cuando concurrieron al barrio José Ignacio Rucci a aplicar curaciones a un perro que se encontraba en deplorable estado. Inclusive los violentos vecinos amenazaron con darle un tiro al animal, ya que consideran que los molesta. Por suerte otras personas se preocuparon por el ser vivo, pidieron ayuda y colaboran para que se recupere.
“Todavía me duele el estomago por haber tenido que tragarme las verdaderas palabras que no pude decir. Porque quiero ser mejor persona y no mezclarme en el odio del otro, sus frustraciones, sus miserias, y la pequeñez del ser que lo convierte en un algo gris y miserable”, expreso Silvestri.
Luego informó que el miércoles “por segundo día fuimos a atender con Ivana Espil a un perro en el Barrio Rucci muy agusanado, producto del abandono de quienes dicen no ser sus dueños (típico). Pero los vecinos estaban muy preocupados y nos llamaron pidiendo ayuda. Personalmente me banco muchas cosas pero la mala educación no”.
“Ahora el perro molesta, ensucia y amenazan con darle un tiro, y claro ante esto tuve que reaccionar y decirles y que si esto ocurre los iba a denunciar. Bastó esto para ser muy maltratadas”, contó la titular de APPA.
“Juro que nuestra única preocupación es el animal, ellos bastante deben tener con su miserable realidad, nada es casual. Ayer –por el martes- se le quitaron más de 30 gusanos, fue medicado y atendido con cero costo y al irnos ni siquiera recibimos un agradecimiento, hoy –miércoles-fue peor”, agregó.
“Afortunadamente Oscar, un vecino preocupado, educado y caballero, le dará sus pastillas a diario para que sane. Este señor está feliz por el cambio del perro de ayer a hoy. En cambio la gente esta solo se mira su propio ombligo. Nuestro único deseo, no recibir una mala noticia”, concluyó..
