Anoche se estrenó en Médano, la obra de teatro “Desconcierto” bajo la dirección de Estela Sappa, con la descollante actuación de Andrea Talone. La puesta en escena es provocadora e interpela constantemente al espectador sobre cuestiones como la existencia, el ser, la sociedad.
Estela Sappa es una novel directora que presenta por primera vez su trabajo. Y eligió para aprobar su carrera como directora de teatro una obra de difícil puesta en escena.
Desconcierto es un monólogo escrito por Diana Raznovich que aborda dramáticamente y sin respiro, el drama existencial en esta sociedad del éxito.
Claro que Sappa contó con la excelente interpretación de Andrea Talone, una actriz local que ya ha demostrado en otras presentaciones sus dotes histriónicas.
Su transformación en Irene De la Porta, una concertista en crisis, que interpela al público y se interpela constantemente sobre sus sentidos o sinsentidos de la vida, es impecable.
Desde su aparición en escena, sus gestos, su voz y sus movimientos crean exactamente el aura teatral del que hablaba Benjamin hace unos cincuenta años.
Y el desnudo pasa desapercibido como tal y se comprende como condición tácita de la desnudez que contar sus temores, sus angustias, sus dudas existenciales.
Y casi que la desnudez psicológica a la que se somete pega más duro que la desnudez de su cuerpo.
El equipo se completó con el maquillaje de Virginia Roldán, el diseño de escenografía de Juan Ghiano, la dirección de fotografía de Raúl Girotti, y el diseño de luces y sonido de Leandro Ghiglione.