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“Esta problemática no hay que taparla, no hay que esconderla, ni avergonzarse”



Esto lo manifestó el padre, Carlos Olivero, sacerdote que trabaja en las villas de Buenos Aires y que contó su experiencia en esta ciudad, del trabajo que están llevando a cabo con la problemática de la droga en las villas 21-24 de Barracas.  En diálogo con Infopico.com en la tarde de hoy, sostuvo que el abordaje debe ser en red, vincular todas las instituciones y la familia, y que al ser un problema complejo no se puede abordar con “soluciones lineales”. El cura llegó invitado por la provincia junto a Mercedes Aranguren Integrante de la RIOD (Red iberoamericana de ONG’s que trabajan en drogodependencias), para brindar una charla en el día de hoy en Medano.

Las primeras definiciones de Olivero, sobre la problemática estuvieron centradas en la manera de abordarla. “El tema de la droga no se puede mirar de un modo lineal, como si fuera solamente la relación entre una persona y la sustancia, sino que hay que mirar también  todo lo que rodea al consumo, como la familia, la cultural, como se para la sociedad al respecto, los recursos que hay para enfrentar las distintas necesidades que tiene la gente. Un problema complejo no se puede abordar con soluciones lineales”.

“Es un llamado a toda la sociedad a tomar su lugar en esta lucha. Si entendemos que los usuarios de droga tienen que volver a insertarse en el mundo laboral el empresariado tiene un lugar importante en la respuesta. En relación a los pibes que ingresan en este mundo decimos que el colegio también tiene parte en la respuesta, como la familia y el estado. Como es una problemática compleja el abordaje tiene que ser en red”.

Cuando se le consultó si estaba al tanto del  movimiento de padres que  se organizó este último tiempo en la ciudad en relación a esta problemática expresó que se lo había manifestado, el sacerdote, Julio Jiménez -formador suyo en el seminario-, y dijo que era importante que la comunidad se organice, “ pero que deberían vincularse con los organismos que están trabajando con esta problemática, pero no desde la alarma ni la locura porque no veo en Pico un problema tan grave como el que vivimos en las Villas”.

Enseguida agregó que el tema no era la droga solamente, sino la vida de cada persona y que “esta problemática no hay que taparla, no hay que esconderla,  ni avergonzarse”.

Por último dijo que coincidía que la prevención tenía que atravesar toda la educación, pero en el nivel primario no se debe hablar de los efectos de la marihuana. Me parece una barbaridad. Esto incentiva el consumo. Tiene un efecto inverso. Muchas veces por tener información no se cambia de hábito”.