El juez Florentino Rubio condenó hoy a un hombre de 33 años a siete años de prisión por hallarlo culpable del delito de abuso sexual con acceso carnal en dos hechos, en perjuicio de su sobrina entonces menor de edad.
Florentino Rubio (foto de archivo)
Los datos del violador se omiten para evitar revictimizar socialmente a la víctima, actualmente una joven, que tenía entre 7 y 8 años la primera vez que fue sometida por su tío, y alrededor de 11 años en la segunda oportunidad.
El fiscal Alejandro Gilardenghi se basó en el testimonio de la joven y en las pericias psicológicas de la Lic. Mónica Pérez. La víctima relató que la primera vez que fue violada, ocurrió en un vagón de tren abandonado en el desagüe detrás del hospital cuando llevaron a pasear los perros. Y la segunda en el patio de la casa de su tía, cuando estaban limpiando la pileta.
La psicóloga Pérez, tras realizar las pericias correspondientes afirmó que el relato es creíble y que la joven padece síntomas propias del abuso: angustia, temor, fugas del hogar, inhibición sexual, culpabilidad, aislamiento, trastornos del sueño.