La familia Ananía-Santos fue víctima de importantes robos en el lapso de mes y medio. El jueves pasado entraron desconocidos mientras dormían y se llevaron del living un cámara fotográfica Nikon 7100, una tablet marca Sansug Galaxy 3 blanca , una netbook Asus, un celular Sansung Galaxy y un bolso con documentación y cuatro pendrive con importante información laboral. Hacía poco habían sufrido otro robo.
Una cámara similar a la de la imagen fue robada entre otros elementos
“En la madrugada del jueves nos robaron en casa, estábamos durmiendo y no nos dimos cuenta. Un mes antes habíamos tenido otro robo, no alcanzamos a recuperarnos de uno, que ya sufrimos otro”, relató Diana Santos.
La familia vive en una quinta, en una zona que se ha urbanizado en los últimos años pero todavía cuenta con partes descampadas, donde puede entrar y salir gente con libertad. “Tenemos las canchas del club Costa Brava y otro campito con poca luz o directamente sin iluminación al lado”, comentó..
No rompieron ninguna abertura y aprovecharon que la puerta estaba sin llave. “Realmente hay cosas que no las cuidábamos y ahora vamos a tener que cambiar. Vamos a tener que sectorizar la alarma, cerrar con llave…”, adelantó la víctima.
Suponen que el robo ocurrió alrededor de las 3 de la madrugada, porque se habían acostado alrededor de la una y sobre esa hora la hija escuchó a los perros ladrar fuertemente, aunque supuso que era una de las reacciones cotidianas que tienen los canes cuando pasa alguien por la calle o aparece algún otro animal.
“Me sigue preocupando, además de la cuestión personal, que si esto ocurre es porque hay un circuito armado de complicidades de sectores administrativas, de controles, de venta, hay cosas que no están funcionando como debían, sino esto no pasa. Pido a la gente que no compre cosas robadas”, solicitó.
Hacía poco más de un mes les robaron en el mismo lugar. Cuando no había nadie en la quinta, revolvieron una dependencia y se llevaron un televisor, un microondas y un horno eléctrico.