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Sin detenidos y sin juicio a dos años del robo de las cajas de Corpico



Hoy se cumplen dos años de la madrugada en que se llevaron de la cooperativa dos cajas fuertes con 456 mil pesos. No hay detenidos, aún no hay fecha para el juicio y mucho menos hay algún billete recuperado.

Foto de archivo de la audiencia de formalización
Foto de archivo de la audiencia de formalización

El hecho y las derivaciones posteriores demostraron algunas falencias. La empresa de vigilancia contratada por Corpico, SerViu, tenía un empleado con antecedentes que no estaba habilitado para cumplir la función de sereno. Quedó demostrado que poco control estatal había sobre las agencias de seguridad.

El burdo hecho de que se llevaron dos cajas fuertes de importantes dimensiones y de un gran peso (aproximadamente 400 kilos) puso en evidencia la necesidad de contar con alguna cámara de seguridad en la cooperativa local. Tras el hecho, Corpico licitó el servicio.

La investigación fiscal y policial apuntó al sereno, sin cuya participación era difícil concretar el robo. Y el entrecruzamiento de llamadas de celulares dio las pistas al respecto. Se demoraron en primer término unas dece personas, pero a los días fueron liberadas una a una y no quedó ningún detenido.

Se hallaron restos de las cajas fuertes a 2 km de Metileo, camino a Montenievas, pero obviamente ningún billete o cheque. Se apuntó a Samuel Orellano como el organizador del atraco, un hombre sospechado de hechos similares como el asalto a la salida de una financiera por 700 mil pesos  y el robo a la caja fuerte del club Costa Brava de Ingeniero Luiggi. Aún no se demostró nada.

El año pasado, el hombre fue condenado por la Justicia bonaerense a cinco años de prisión pero por un robo cometido en la localidad de América. Está preso y podría ser el único que quedara en esa condición.

En que del resto de los demorados en primera instancia, quedaron cuatro desligados de la causa. Y se formalizó la investigación fiscal preparatoria sobre 8. Se dictó la prisión preventiva. Las pruebas fundamentales fueron el entrecruzamiento de llamadas telefónicas.  La policía y la fiscalía daban por esclarecido el caso.

Sin embargo los abogados defensores de varios de los imputados cuestionaron la prueba ofrecida ya que en un caso, la conversación se había realizado por cuestiones estrictamente personales, en otro el teléfono pertenecía a otra persona, otro de los hombres acusados estaba en Córdoba el día del hecho, en otro caso las llamadas registradas se habrían hecho en el año 2008.

A los pocos días comenzaron a excarcelarse a los imputados, uno a uno. El último fue liberado tras la recusación ante el Tribunal de Impugnación Penal. Algunos pasaron pocos días tras las rejas, Orellanos 44 días.

El tiempo siguió transcurriendo, se pidieron cotejos de ADN de muestras tomadas en el lugar del hecho extraídas de colilla de cigarrillo y goma de mascar, que dieron negativo, y el tema pasó a olvido.

El último día hábil de 2013, la fiscala Ivana Hernández informó que ya tiene resuelto el pedido de juicio para los imputados, pero que por cuestiones de tiempo, recién se elevará en febrero cuando se normalice la actividad judicial.

Indicó que acusará solo a entre 5 y 6 personas, entre los cuales se encuentra Orellanos que está cumpliendo una condena en Buenos Aires. También indicó que como el resto no tiene antecedentes podría acogerse al beneficio de la probation, que los eximiría de ir a la cárcel. En síntesis, lo más probable que después de dos años solo quede condenado con prisión efectiva quien ya está cumpliendo una condena. Del dinero, nada.