En un comunicado la legisladora provincial expresa que “pensar en octubre de 1983 y repasar nuestro país hacia adelante y hacia atrás, nos genera sin dudas, una certeza contundente de Nunca Más. Se cumplió el pasado 30 de octubre, el trigésimo aniversario del período democrático más extenso de la historia argentina y esto es motivo de profunda celebración para nuestro pueblo, trascendiendo todas las pertenencias partidarias. Los argentinos y argentinas tenemos ya, una fuerte historia democrática y no la vamos a perder”.
Sin embargo, debemos recordar también que hemos vivenciado, en este lapso de tiempo, diferentes momentos políticos que nos han hecho crecer en la valoración y entendimiento de los principios que lo democrático implica. Las políticas neoliberales nos enseñaron, no sin sufrimiento, que democracia no es solamente concurrir a las urnas y elegir a nuestros gobernantes.
Como parte de este espacio, los jóvenes que nacieron en democracia tienen la obligación de cuidar lo que otros lograron luchando, en los barrios, en las escuelas, hospitales y universidades, en las calles. Ampliando los espacios de participación, involucrándonos en la toma de decisiones, siendo responsables de construir el presente pensando en el futuro.
Nuestra lucha por conseguir el reconocimiento del trabajo digno, a través del blanqueo de todos los empleados en situaciones irregulares, las prestaciones de servicios básicos en manos de cooperativas y pequeñas empresas locales que reinviertan en nuestra provincia, generando desarrollo y participación comunitaria, la lucha por la valoración y el cuidado del ambiente, proponiendo aprovechar recursos para generar oportunidades productivas y de trabajo. Esto es nuestra contribución en la profundización de la democracia y fortalecimiento de los principios que la sostienen.
La historia vivida nos ha enseñado que, en esta defensa indiscutible de lo democrático, seguiremos bregando por acercarnos cada vez más a un intercambio respetuoso entre individuos y culturas que den lugar a la pluralidad y discrepancia; donde la participación, la reflexión y el debate tengan una presencia sustancial, y donde no se le tema a la confrontación de ideas y a la discusión política, ya que serán ellas quienes sedimentarán verdaderamente este proceso de construcción y aprendizaje permanente.
Claudia Giorgis – Diputada Frepam