“La prolijidad del relato kirchnerista tratando de exhibir logros en todas las áreas chocó de frente al momento de mostrar algunos de los efectos de las políticas impulsadas por la presidencia y que tuvieron como personeros al Secretario de Comercio Guillermo Moreno y al de Agricultura y Ganadería Norberto Yahuar”, afirmó el senador nacional Juan Carlos Marino a través de su oficina de prensa.
Senador Juan Carlos Marino
“El desconocimiento del gobierno en los temas referidos a la producción agroalimentaria ha llevado a una serie de fracasos impensados para un país que ha cimentado en ese sector la mayor parte de su desarrollo”, añadió.
“El país que llegó a ser considerado granero del mundo y fue uno de los principales exportadores de trigo, hoy se encuentra en la alternativa de tener que importarlo para satisfacer las necesidades del consumo interno. La pasada campaña agrícola nuestro país tuvo la menor superficie sembrada con trigo de toda su historia. Como consecuencia de ello hoy el precio del cereal en nuestro país es el más alto del mundo, al superar los 600 dólares, (ubicándose muy por encima de la cotización internacional de la soja). En Uruguay el trigo vale entre 250 y 300 dólares la tonelada”, detalló Marino.
“El hecho no es casual sino que es producto de la cadena de desaciertos del Secretario Moreno quién además con sus políticas erróneas ha logrado otros resultados inimaginables como por ejemplo que algunas hortalizas se vendan hoy más caras que la carne”, prosiguió el legislador pampeano.
“Lo mismo ocurre con la mayoría de las producciones de las economías regionales que hoy ven afectada su subsistencia por la falta de incentivos a la actividad que, además, choca con la realidad del encarecimiento de sus costos y la falta de competitividad que provoca el dólar sub valuado como consecuencia de una política cambiaria que se empeña en negar la realidad”, analizó.
“Desde el ámbito oficial se pretendió hacer creer que el alto precio del trigo se debía a la actitud especulativa de los productores. Se llegó a anunciar la aplicación de la Ley de Abastecimiento con resultados totalmente negativos. La dura realidad de hoy indica a las claras que no había especulación, lo que pasa es que no nos queda trigo. ¿Tendremos que importar?. No hay trigo en manos de los pequeños y medianos productores que siempre venden la cosecha ante la imposibilidad de financiar a la espera de mejores valores. Cuando los precios aumentan no son ellos los que se benefician porque el trigo ya no está en sus manos. Por el contrario, esos chacareros se vieron obligados este año a pagar un alto precio por la semilla lo que redunda en otra campaña donde el área asignada está lejos de las superficies históricas del cultivo. Ello hace prever que el próximo año volveremos a sufrir los problemas del presente en el mercado del trigo”, lamentó Marino.
“Una realidad que complica a la industria molinera y en consecuencia a toda su fuerza laboral. Son varios los molinos que se han visto obligados a reducir su actividad con la consecuente disminución de puestos de trabajo”. Luego agregó: “ Queda claro: las políticas desacertadas que llevaron adelante Moreno y Yahuar provocaron daños a trabajadores, productores y consumidores ya que el pan se ha convertido prácticamente en un producto de lujo y queda fuera del alcance de los sectores más carenciados”, apuntó.
“Lo ocurrido con el trigo debería servir de ejemplo para no repetir el error con otros granos pero no es así. La campaña maicera que por estos días se inicia encuentra a los productores con números que desalientan su implantación. La intervención del gobierno causa desaliento y todo indica que la superficie sembrada alcanzaría cifras no muy auspiciosas y, además, las variaciones de precios tornaría desaconsejable la aplicación de todo el paquete tecnológico necesario para la persistencia de los rindes espectaculares de campañas anteriores”, concluyó Marino.