En la mañana de hoy Hernán Ottaviano fue notificado por la Justicia sobre el sobreseimiento en la causa que le había iniciado el fiscal adjunto Maximiliano Boga Doyhenard. Lo había acusado de robo y destrucción de documento público. La Justicia determinó que la acusación fue infundada.
El empleado judicial denunció públicamente persecución laboral que el impide, entre otras cosas, ascender en la carrera laboral. “Me acusaron por una supuesta destrucción de documentación, y me entero de que tenía esa causa por un programa de televisión, Punto x Punto, antes de que se inicie formalmente. Cuando me entero pido ser indagado por la Justicia”, explicó.
Cuando se consultó porqué cree que se le inició la causa hizo referencia a su condición de gremialista. “Yo estaba militando, tenía un cargo en la comisión directiva del SITRAJ, y eso molestaba mucho a funcionarios, especialmente a Boga Doyhenard”, dijo.
Según indicó Ottaviano, la causa se debía resolver en cuatro o cinco meses pero tardó dos años y medio en llegar a su fin, lo que le provocó trabas en su trabajo y promoción laboral dentro de la Justicia.
Criticó el trabajo del juez Marcelo Pagano, quien inició la investigación de la causa y de la fiscala que intervino, Ivana Hernández. “Ganas de hacerme pedazos le sobraba a muchos funcionarios porque yo defendía los intereses de los empleados y muchas veces son diferentes a los de los funcionarios. Cuando mejoramos los derechos de los empleados se ven perjudicados los funcionarios por ejemplo nos hacían trabajar a través del art. 15 de la Ley Orgánica, en cualquier momento del día sin remuneración alguna”, indicó.
Por otra parte, dijo que no se siente “con libertad para hablar de otras cosas en este momento porque si como integrante de la comisión directiva de un sindicato me hicieron una causa, no sé que puede pasar ahora que no estoy más en el gremio.”
Entre las acciones concretas con que ilustró el encono hacia su persona, explicó que lo trasladaron sin consultarle a la secretaría forense y lo sacaron del fuero penal, es el único a quien no se le han dado horas extras, entre otros. “Me siento trabajo en mi carrera de empleado judicial, sigo teniendo presión sobre mí. Lo que hicieron contra mí fue un mamarracho, un papelón judicial”, concluyó.