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Festejan el Año Nuevo del Hemisferio Sur



La organización ambientalista Bioregión festeja, al igual que en miles de comunidades sudamericanas, el Año Nuevo. Se realiza en el predio de Corpico donde se ubican los piletones de aguas residuales, que son aprovechadas por la ONG para la práctica de la permacultura. A partir las 18 horas despedirán al sol (Antu), mantendrán una vigilia nocturna para dar la bienvenida a la nueva salida del Sol, que dará paso al Nuevo Ciclo o Nuevo Año. En similar actitud, el ex ministro de Educación Miguel Ángel Tanos, propuso que sea una fecha a conmemorar en las escuelas. Como un signo de estos tiempos y de las luchas de las minorías, la pluralidad de ideas y cosmovisión del mundo van visibilizándose y hallando su lugar.

Los organizadores del festejo del Año Nuevo explicaron que “cada madrugada entre el 21 y 24 de junio (correspondiente al calendario gregoriano) los pueblos originarios al sur del ecuador terrestre, junto con la naturaleza y el universo, acostumbramos a celebrar el inicio del Nuevo Ciclo o Año Nuevo; por cuanto en ésta época, la tierra, la naturaleza y todos quienes cohabitamos en éste hemisferio del planeta, vivimos, experimentamos y somos testigos de unos de los episodios más relevantes que acontece en el cosmos, puntualmente en el seno de la Madre Tierra. Es el momento en que se fusionan materia (tierra) y energía (cosmos), sincronizando un nuevo período, los cuales traen consigo la procreación de la vida y el tiempo.

Es decir, permiten que se inicien nuevas vidas en la naturaleza: nacimientos, pariciones, brotes, sueños, esperanzas y emergencias de fuerzas o energías desde el corazón de la tierra, dando paso a las distintas etapas del año, cambios climáticos, maduración, descanso, entre otros. Por cierto este episodio acontece de igual forma en el hemisferio norte, pero en época distinta. Por tanto en el planeta tierra ocurren dos fenómenos diferidos en tiempo y espacio y estos son los dos años nuevos; uno correspondiente al hemisferio Norte, en el mes de diciembre; y otro del hemisferio Sur, en el mes de junio. Es comprensible entonces que ocurra tal acontecimiento, por cuanto el cosmos es quien mantiene bajo dominio y control absoluto el orden natural de la vida en el planeta tierra, permitiendo los cambios de ciclos en cada extremo.

 Mientras en un hemisferio se da el inicio o renovación de la naturaleza (año nuevo), en el otro está llegando a mitad de ciclo, expresado en la maduración y apogeo de la misma. Muchos pueblos originarios de América del Sur actualmente celebramos y conmemoramos con nuestras propias formas y nombres La Renovación de la Naturaleza, tal cual fue concebidos en tiempos inmemoriales por nuestros pueblos. Con ello continuamos acompañando a la Madre Tierra a festejar “el despertar y regreso de un nuevo ciclo de sus hijos, las plantas, animales, ríos, lluvias, el viento, las personas”, entre otros; pues ella se regocija y nos convida a ser parte en la alegría del comienzo de los nuevos ciclos de vida.

La fiesta que celebramos y que llevamos adelante años tras años en el mundo indígena, no es una casualidad, tampoco una ligera interpretación o solo creencias de los abuelos, sino la decodificación, comprensión y entendimiento que desarrollaron en muchos miles de años respecto de la normativa de la naturaleza.”