Hace horas se conoció la detención de Luis Enrique Baraldini. Como Mayor del Ejército Argentino, fue Jefe de la Policía de la Provincia de La Pampa durante el terrorismo de Estado y pieza clave de la represión llevada a cabo en la SubZona 14. No había secuestros, allanamientos ilegales, torturas, asesinatos, liberaciones y persecuciones que no pasaran por su decisión personal.
Si bien estuvo preso por alzarse contra la democracia en compañía de Seineldín, hasta el día de hoy había logrado evadir la justicia por delitos de lesa humanidad y fue el único prófugo en el juicio que se sustanció el año pasado ante el TOF La Pampa.
Fue instructor militar de las fuerzas armadas bolivianas y colaboró con varios intentos de desestabilización contra el presidente Evo Morales. Se escondía en la Prefectura de Santa Cruz de la Sierra, la región de mayor poder adquisitivo de Bolivia y sede de la oposición política y militarizada contra el actual gobierno.
En el Juzgado Federal de Santa Rosa se le seguían los pasos muy de cerca, se tenían datos precisos de sus movimientos y sus relaciones personales, y hace semanas se estimaba que podrían llegar a detenerlo antes de fin de año gracias a la excelente labor de la Policía Aeroportuaria, cosa que finalmente ocurrió.