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“Por que defiendo la vida es que hago abortos”, explicó la Dra. Stella Maris Manzano

“Por que defiendo la vida es que hago abortos”, explicó la Dra. Stella Maris Manzano

El jueves pasado, en el salón de Utelpa disertó la ginecóloga Stella Maris Manzano sobre el derecho al aborto. En perspectiva de género, argumentó que solo a las mujeres se les exige poner en riesgo poner su vida para salvar la vida en potencia, obligándola a parir a pesar de los riesgos que conlleva. En cambio, a los hombres no se les exige el riesgo a morir por salvar a otro. Cuestionó a los médicos objetores de conciencia con fuerte argumento, la hipocrecía de negarse a hacer abortos no puniblesen Salud Pública pero no cuestionar su realización en los consultores privados cuando hay 8 mil, 15 mil  o 40 mil pesos de por medio.

“Por muchísimos años se silenció en Argentina el derecho que las mujeres tienen para interrumpir un embarazo cuando su salud peligra o cuando fueron violadas. Sobre el aborto se ha construido un muro de silencio y de estigma y todo el mundo habla de los derechos del embrión y los derechos del feto.

Soy médica y también lo pienso, estoy absolutamente a favor de la vida. El tema es que no podemos olvidar que para que el feto o el embrión llegue a ser un bebé, hay una mujer que está poniendo en peligro su vida. El embrión no flota en una nube, está en el cuerpo de una mujer.

Y la sociedad por muchos años escondió que el parto es peligroso, de hecho Argentina lleva 30 años sin poder bajar la mortalidad por el embarazo y es la cuarta causa de mortalidad en mujeres jóvenes. Es decir, no es una cosa rara.

Muchas mujeres hacen preclamsia, hipertensión, desprendimiento de líquido amniótico, entre otras enfermedades que no se pueden prevenir. Entonces, el planteo es empezar a pensar en las mujeres de otra manera, no como la sociedad nos estigmatiza como que somos unas locas e irresponsables que vamos a ir en tropel si esto se libera, porque de hecho es un absurdo.

Solo el 4 % de la población carcelaria está integrada por mujeres, las mujeres no somos violentas con nuestras parejas, las mujeres somos el 70 % de quienes realizan las actividades de cuidados de la población, y así como cuidamos de otros, nos sabemos cuidar de nosotras”, afirmó.

Ante ello, planteó “que como el parto es potencialmente mortal, no puede ser obligatorio. Es más fácil entender si lo comparamos con los varones. Es como si dijéramos ya que las mujeres ponen en riesgo su vida para perpetuar la especie, hagamos una ley que obligue a los varones que arriesguen su vida para mantener la vida de los ya nacidos, por ejemplo si un chiquito precisa un riñón  para mantener su vida, hagamos una ley que obligue a todos los varones compatibles a donar ese riñón y salvemos la vida de ese niño… pero enseguida decimos que sería una locura. No hay ley que obligue a nadie a poner en riesgos su vida para salvar al otro, solo con las mujeres se da esto. Y esto hay que leerlo con perspectiva de género”.

Relató que por muchos años negó los abortos de las mujeres porque tenía incorporado el miedo que se ha metido desde tiempo sobre el tema. “Entonces nos limitábamos a hacer abortos cuando la mujer se estaba muriendo y el resultado era que muchas veces se nos moría. He visto morir mujeres con cánceres, con lupus, con insuficiencia renal que se les negaba el aborto, he visto morir a nenas violadas… fueron cosas muy dolorosas en mi vida. Porque se le exige a las mujeres a ser heroínas, cosa que no se le pide a nadie por ley.

Respecto a  que la mujer violada tenga su embarazo para luego dar en adopción al bebé, sostuvo que es cruel obligarla a seguir sufriendo para que otra pareja, sana y feliz, tenga su hijo. Inclusive sacó cuentas de que a 500 mil abortos por año en Argentina, cada pareja del país debería adoptar unos 20 chicos.

“Creo que tenemos que cambiar el foco y tener pena de las mujeres, de las nenas embarazadas a propósito, de pensar que somos seres morales que tomamos muy en serio la maternidad, cuando una mujer dice no puedo y está desesperada, esa mujer necesita nuestro apoyo para que pueda optar y no nuestro prejuzgamiento y nuestro odio. A nadie nos gustaría que nos obliguen a casarnos con quien no queremos, a hacer cosas que no queremos, pero a las mujeres se les obliga a ser madres aún cuando no quieren o no pueden hacerse cargo”, argumentó.

En General Pico, la totalidad de los médicos de Tocoginecología ha argumentado objeción de conciencia para no hacer los abortos no punibles (aquellos que la ley permite en caso de violación, peligro de vida para la mujer o inviabilidad del feto).

Para Stella Maris Manzano “la objeción de conciencia no es un Derecho Humano. Se basa en el art. 19 de la Constitución, que dice que podemos hacer todo lo que la ley no nos impide siempre y cuando no vulneremos derechos de terceros. Es muy claro. En la medicina nadie me obliga a ser ginecóloga, es más nos pagan por ello y aceptamos las reglas de juego. Entonces, desde el art. 19 la que está amparada es la mujer, porque puede interrumpir el embarazo ya que no afecta derechos de terceros, pues el feto no tiene derechos. Recién cuando un bebé nace y respira, tiene legalmente derechos.

En cambio el médico lo que hace es discriminar porque antepone su ideología a los derechos de otros. Pensemos por ejemplo, en un médico Testigo de Jehová que va a trabajar al sector transfusional del hospital, no va a hacer transfusiones porque su religión no se lo permite pero al Ejército y cuando haya una guerra se niegue a participar y levante a todos sus compañeros en contra de ella, porque total hay un soldado que no presenta objeción de conciencia… es loco pero así son nuestras leyes. La objeción de conciencia es un eufemismo que la Iglesia Católica creó en los ’80 ante los avances de la mujeres y lamentablemente la Iglesia Evangélica se unió”.

Por último, habló de la hipocresía de los ginecógolos que hacen abortos clandestinos por 8 mil, 15 mil o 40 mil pesos (según el estado de embarazado) pero se niegan a hacerlos en los hospitales públicos.