El secretario adjunto de CTA nacional participó de la asamblea abierta que realizó la delegación piquense en calle 10 casi esq. 25. Compartió el intercambio de ideas sobre el paro nacional programado para el 8 de junio cuando concluya de la marcha de los Chicos del Pueblo bajo la consigna “El hambre es un Crimen”, y la marcha número mil de los jubilados exigiendo el 82 % móvil; y vertió la opinión sobre el gobierno nacional.
Uno de los temas tratados fue la marcha de la Constituyente Social. Rigane dijo que “tiene como objetivo la unidad de los sectores populares. Es una construcción que va contracultura, es una construcción que significa poder propio, poder popular, poder en manos de los trabajadores. Y es contracultura porque no se va a los barrios o a las fábricas a ofrecer una zapatilla para después ofrecer la siguiente, sino que es la convocatoria a participar, a comprometerse, a desarrollar un ámbito estableciendo una nueva constitución donde se plasmen las reivindicaciones populares”.
A pesar de que la CTA cuenta con más de un millón y medio de afiliados, el gobierno nacional no le otorga la personería gremial. Ante ello, el secretario adjunto dijo que la central tiene lo más importante, “el respaldo y el reconocimiento de aquellos que la conforman, y que le da legitimidad. El pueblo siempre ha tenido que eludir todo tipo de situaciones para poder tener incidencia en el desarrollo de las políticas nacionales. Y esto de no querer reconocer la central tiene el repudio, no solo internacional, sino de la realidad concreta de lo que no debe hacerse, porque el gobierno interviene en la CTA, en la CGT, en los organismos de DDHH, en las organizaciones sociales, trata de atomizarlos. Es una política, la de la cooptación o supeditación. Pero nosotros vamos a ganar el reconocimiento en la calle.”